AGENCIAS.- El agua subterránea representa más del 96% del agua dulce de la Tierra. Pero estas reservas son muy difíciles de estudiar. Investigadores del Instituto de Investigación para el Desarrollo de Francia (IRD) han conseguido, gracias a mediciones vía satélite, llegar hasta el nivel freático de la Amazonia para elaborar mapas de este. Los datos constituyen una fuente de información esencial. Hasta estas evaluaciones, las aguas subterráneas de la región habían sido una incógnita.
El agua subterránea representa más del 96% del agua dulce de la Tierra. Pero estas reservas situadas bajo nuestros pies son muy difíciles de estudiar.
Parar analizarlas en regiones húmedas, como la de la Amazonia, investigadores del Instituto de Investigación para el Desarrollo de Francia (IRD), junto a colaboradores franceses y brasileños, están poniendo a punto un nuevo método de medición vía satélite del nivel freático.
Con él han logrado realizar los primeros mapas de la capa freática amazónica, que subyace bajo los ríos más extensos del mundo: el Amazonas y el Río Negro. Estos mapas han mostrado la profundidad de los acuíferos subterráneos durante periodos que van de 2003 a 2008.
Han revelado además la respuesta de estos acuíferos a sequías como la acaecida en 2005; y permiten caracterizar mejor el papel del agua subterránea en el clima y el ecosistema amazónicos.
El equipo de investigación desarrolló en concreto un método original para el estudio de las aguas subterráneas, basado en altimetría por satélite.
Esta técnica se había utilizado previamente para el estudio de los océanos, pero hace un par de años pasó a usarse para observar el interior de otras masas de agua superficial, como las de los ríos.
Tras años de trabajo calibrando y validando datos de la cuenca del Amazonas, los científicos consiguieron medir la altura y los cambios de nivel de más de 500 ríos, lagos y zonas inundadas de la zona con dicha técnica.
Por otra parte, aplicándola a una escala sin precedentes, ha permitido dibujar los primeros mapas del estrato acuoso amazónico. Se ha comprobado así que, en la estación seca, los depósitos de agua de la superficie de la Amazonia se encuentran al mismo nivel que el acuífero que los alimenta: las mediciones de altimetría de las aguas superficiales permitieron la observación directa de la altura de las aguas subterráneas.
Los mapas ofrecen un primer seguimiento de los cambios sufridos en el nivel freático durante cinco años.
Tras la sequía de 2005, se observó una fuerte disminución del nivel de agua subterránea en la mayor parte del área estudiada. A partir de entonces, el nivel se elevó gradualmente de norte a sur, hasta alcanzar un valor medio entre 2007 y 2008.
Este resultado sugiere un “efecto memoria” subterráneo significativo que, a su vez, tendría un fuerte impacto en el clima, explica el IRD en un comunicado.
De hecho, si un nivel bajo del agua freática persistiera, eso reduciría la evapotranspiración (pérdida de humedad de una superficie por evaporación directa junto con la pérdida de agua por transpiración de la vegetación), limitar la tasa de vapor atmosférico y, en última instancia, reducir las lluvias.
Los mapas resultantes constituyen por último una fuente de información esencial sobre la estructura espacial y temporal del nivel freático amazónico, así como un gran avance para la hidrología.
Proporcionan información sobre los procesos hidrológicos subterráneos que intervienen en el ciclo del agua a gran escala, en el ciclo del carbono, y en la conservación de la biodiversidad en la Amazonía. Hasta estas evaluaciones, las aguas subterráneas habían sido una incógnita.