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AGENCIAS.- La Cruz Roja tiene y operada una máquina que produce agua para unas 15 mil personas, y se denomina SETA 2E3000, concebido con la ayuda de la Sociedad Española de Tratamiento de Aguas, depura aguas sucias en todo el mundo, aportando salud y esperanza a regiones desfavorecidas.
La creación solo requiere de cloro, floculante, filtros de sílex y carbono activo y él solo se encarga de purificar el agua, haciéndola potable para que 15 mil personas diarias en situación vulnerable puedan acceder al bien básico.
Ahora, estas depuradoras desarrolladas por la sección española de Cruz Roja y el Grupo SETA (Sociedad Española de Tratamiento de Aguas) recorren el mundo, fomentadas también por Unicef, AECID y Acción Contra el Hambre, con el objetivo de reducir ese 11% de la población mundial que no tiene acceso a agua potable.
Cruz Roja viene realizando continuos informes de mejora, lo que ha permitido al fabricante perfeccionarla y ajustarla. Puede extraer agua de cualquier calidad desde pozos, lagos y ríos, siempre que no sea salada. “Son las mejores porque nosotros las hemos desarrollado sobre el terreno y a medida”, explica Iñigo Vila, responsable de emergencias en Cruz Roja Española. “Buscamos soluciones adaptables, con poca electrónica y de fácil entrenamiento para el personal local”, dice el voluntario sobre la exitosa máquina.
Las depuradoras son usadas por los ERU (Emergency Response Unit), grupos de especialistas con formación y capacitación adecuadas, que llevan a cabo el trabajo en cualquier contexto. Cada una de ellas es capaz de abastecer a 15.000 personas al día durante tres meses (hasta 225.000 litros diarios). Desplaza una media de seis profesionales con conocimientos de química, biología, geología, fontanería, electricidad, logística y promoción de la higiene, junto a personal local que recibe formación.
Una de las regiones más difíciles ha sido Pakistán, con zonas inundadas donde resultaba complicado moverse. También Haití, en 2010, fue un momento complicado. Pero, justamente, los primeros en dar agua potable tras el terremoto fueron miembros de Cruz Roja formados tras el gran huracán en 2008. “Ahora buscamos más sostenibilidad, que funcionen con energía eólica o solar, porque el combustible siempre ha de comprarse en destino”, comenta Vila, de cara a los más recientes modelos.
