SACRAMENTO, California, EE.UU. — Por lo menos 45 agencias del servicio de agua en California han impuesto restricciones obligatorias en el uso del agua y aplican una intensa vigilancia en su cumplimiento debido a que el suministro ha llegado a un nivel peligrosamente bajo.
Sacramento tiene una de las principales agencias que patrullan activamente las calles en busca de trasgresores y alienta a los vecinos a reportar algún tipo de desperdicio.
Han enseñado a los residentes a evitar que laven con mangueras las entradas de sus garajes, que usen demasiada agua para regar el césped o que llenen las piscinas. Aunque se prefiere usar tono amable para recordarles las normas, las citaciones y multas siguen para quienes las trasgredan.
“Tenemos el castigo si la gente no presta atención”, destacó Kim Loeb, gerente de conservación de recursos naturales, de Visalia, una ciudad de 120.000 habitantes que ha contratado a personal para que realice patrullajes nocturnos y ha reducido el número de advertencias de dos a una antes de aplicar las multas de 100 dólares.
Las restricciones obligatorias no son generales como en sequías previas, aún en partes resecas del sur de California. Una de las razones es que más ciudades están conservando agua y hacen que sea más caro que los residentes usen demasiada agua.
El inspector del servicio de agua de Sacramento, Steve Upton, ha adoptado una actitud más amigable con los vecinos a diferencia del típico policía.
En un reciente día soleado, recorría las calles de un tranquilo vecindario de Sacramento en su camioneta pickup blanca después que alguien hizo una denuncia de había gente que regaba sus jardines en días prohibidos.
Se acercó a dos infractores. En vez de imponerles multas, Upton ofreció ayudarles a cambiar la configuración de sus sistemas de riego.
“No deseo aplicar una represión y ser su vigilante”, destacó Upton, que trabaja en la unidad de conservación de agua del servicio de agua potable de Sacramento. “La gente no desperdicia agua a propósito. No sabe que lo están haciendo”, agregó.
Sacramento, donde la mitad de las viviendas carecen de medidores, ha aplicado las más rigurosas patrullas del consumo de agua. En febrero, la ciudad de 475.000 habitantes ha encargado a 40 empleados que conducen regularmente a sus centros de trabajo, tales como inspectores de edificios e inspectores de medidores, para que reporten y respondan al desperdicio en el consumo de agua. De ese número, seis realizan patrullaje permanentemente.