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MORELIA, Michoacán.- Mantos acuíferos sobreexplotados, problemas de abasto en 70 por ciento de las colonias de la ciudad, desinterés de los políticos para las obras hidráulicas, inundaciones y la fuga de casi la mitad del agua potable cuya producción anual en la ciudad cuesta 319 millones de pesos, son los principales problemas que la ciudad de Morelia vive en la actualidad.
Ante estos planteamientos, investigadores, organizaciones ciudadanas y funcionarios expusieron realidades y propuestas sobre estas problemáticas durante el I Foro Municipal del Agua.
Una demanda en promedio de 630 litros por vivienda y 150 litros por habitante cada día, debe ser abastecida por el Organismo Operador de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OOAPAS) de Morelia, hecho ante el cual, el director de este organismo, Augusto Caire, admitió que éste no está en la posibilidades de responder a la dinámica de crecimiento de la ciudad, que conlleva mayor demanda.
José Luis Montañez, presidente de la Asociación de Usuarios del Agua de Morelia, recalcó que un 20 por ciento de las colonias de Morelia no tiene abasto de agua, mientras que un 50 por ciento tienen abasto irregular del vital líquido.
Por su parte, el investigador Arturo Chacón Torres recordó que Morelia está en una zona donde, pese a su riqueza en este recurso, el agua se empieza a reducir en calidad y cantidad. Entre los motivos está el desmedido crecimiento urbano, la sobreexplotación y contaminación tanto de mantos acuíferos como de aguas superficiales.
En este mismo tema abonó Moctezuma Madrigal Mercado, vocero del Movimiento Ciudadano en Defensa de la Loma, quien recalcó que en Michoacán, el 38 por ciento de los mantos acuíferos se sobreexplota.
Chacón Torres igualmente refirió que cerca de 70 por ciento de los 18 lagos naturales y 44 ríos que hay en la entidad están contaminados con materia orgánica.
Entre los académicos fue constante el señalamiento de la obsoleta red de distribución de agua potable que equivale a una longitud de 1744 kilómetros, en la cual se perdió casi la mitad de los 89.7 millones de metros cúbicos de agua que el OOAPAS trató y distribuyó en 2013.
Ante la necesidad de las obras hidráulicas necesarias, el señalamiento del diputado Alfonso Martínez es desalentador, pues afirmó que la clase política tiene un bajo interés en este tipo de obras debido a su bajo impacto electoral, al ser “obras que no se ven”.
Chacón Torres señaló que estos problemas de la ciudad pueden ser revertidos, primeramente con un enfoque hacia la optimización de agua, los tratamientos a la misma y manejar debidamente los dos ríos de la ciudad. Aunque en términos de contención de inundaciones hay avances, se requiere más trabajo, es necesario planear el manejo de las aguas pluviales.
La restauración de los cauces de los ríos, aumentar la cubierta vegetal de la mancha urbana para aminorar la evaporación de agua por el calor y que así se produzca agua en la ciudad, además de la reforestación de bosques cercanos, son las opciones propuestas por Chacón Torres y admitidas como soluciones por Octavio Castro, integrante de la Comisión Estatal del Agua.
Constantino Domínguez, de la Facultad de Ingeniería Civil en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, enfatizó en la necesidad de evitar las fugas y el mayor uso de aguas tratadas para la industria y los cultivos, en lugar de la obtenida directamente de ríos, presas y manantiales.
Catherine Matufia, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México, recalcó en la necesidad de un control sobre la construcción de nuevos asentamientos, tanto por el número de los mismos como por su ubicación y características, a fin de evitar los problemas en distribución, obtención y contaminación de las fuentes acuíferas.
