MÉRIDA, Yucatán.- A los robos de cables, tuberías, placas y bustos metálicos que se registran en la ciudad se sumó el robo de medidores de agua potable, un problema de tal dimensión que rebasó la capacidad de la Junta de Agua Potable de Yucatán (JAPAY) para instalar nuevos equipos en los predios de los afectados.
Mientras tanto, recomiendan a los usuarios comprar un trozo de manguera y colocarla en el sitio donde estaba el medidor, a fin de que el predio continúe recibiendo el vital líquido.
Ese trabajo no lo hacen los fontaneros de la JAPAY, de modo que los usuarios afectados se “echan a cuestas” el trabajo de improvisar con el ducto de plástico, cinta aislante y otros remedios más para tener agua.
Para ser atendido es necesario denunciar el robo ante el Ministerio Público, exigen las políticas de la JAPAY.
Una forma de evitar el robo es colocarle rejillas protectoras de metal y un candado, lo cual es un gasto y genera molestias a los usuarios.