HERMOSILLO, Sonora.- El gobernador Guillermo Padrés pidió al presidente Enrique Peña Nieto que sancione y despida a los delegados federales de la CONAGUA, SEMARNAT y PROFEPA por ser omisos y negligentes en la contaminación del Río Sonora por parte de Grupo México.
El mandatario expulsó a delegados federales de la CONAGUA, SEMARNAT, de la PROFEPA , del Comité de Atención a la Emergencia (COE) por el derrame tóxico en el río Sonora, al considerarlos personas “non gratas”.
Manifestó que en la reunión de Protección Civil el presidente de ese consejo es el Gobernador del Estado o sus representantes, por lo que advirtió que seguirán al frente de ese consejo y que de ninguna manera considera como un representante válido en ninguna de esas dependencias federales, a los señores delegados. “No son bienvenidos”, dijo el mandatario estatal en conferencia de prensa.
Previamente, los delegados federales en Sonora declararon sobre la existencia de un represo en la finca de la familia del gobernador Guillermo Padrés llamada “Pozo Nuevo”, donde existe tecnología hidráulica de punta y está justo en Bacanuchi, primera población afectada con el derrame de tóxicos de Grupo México hacia el Río Sonora.
Los delegados en Sonora de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), César Lagarda Lagarda; Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), Jorge Carlos Flores Monge y Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), Jorge Andrés Suilo Orozco, refirieron que el represo en el predio de la familia Padrés, carece de permisos para la construcción de infraestructura.
César Lagarda, delegado de CONAGUA, enfatizó que el organismo estatal no tenía registro alguno, solicitud o autorización para la construcción de dicha obra, cuya inversión estimada rebasa los 3 millones de dólares.