GUADALAJARA, Jalisco.- En el subsuelo de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá hay cerca de ocho mil kilómetros de redes hídricas. Y más de dos mil 500 kilómetros de esos tubos requieren ser cambiados por estar gastados o inservibles. De acuerdo con el titular del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), Aristeo Mejía Durán, el costo para renovar los ductos de agua en la ciudad superaría los seis mil millones de pesos, cantidad de la que no dispone el organismo ni hay planes en puerta para la adquisición de un nuevo crédito. A mediados de este mes, una fuga de agua en Avenida Acueducto, en sus cruces con Paseo de los Parques y la Glorieta de la Fuente Panamericana, ocasionó que los habitantes de más de una veintena de colonias se quedaran cuatro días sin el vital líquido. El ducto resultó dañado a causa de su antigüedad. Según datos del SIAPA, 30% de los tubos de conexión de agua potable en la ciudad ya no está en condiciones óptimas, situación que ha prevalecido desde hace cuatro años. Pero eso, subraya el funcionario, no significa que todos son obsoletos, pues aunque hay zonas como el Centro de Guadalajara, que cuentan con agua y drenaje desde hace más de 80 años, las fugas son menores. De hecho, explica que hay núcleos habitacionales recientes en los que se han presentado problemas de conexiones que no se observan en sitios con tuberías de más antigüedad.