GUADALAJARA, Jalisco.- La planeación de Guadalajara en sus zonas superficiales y subterráneas ha sido dispareja: siempre se ha priorizado a la urbanización y se ha olvidado la instalación de colectores y redes de disposición de agua de lluvia.
El organismo operador de agua potable revela que la cantidad de focos de alerta por inundación creció de 56 en los años 80 a 73 en la actualidad: 17 más en tres de los cuatro municipios metropolitanos (Guadalajara, Zapopan y Tlaquepaque).
Manuel Jiménez López, titular del área técnica en la operadora metropolitana, explica que la causa principal de esa cifra al alza está en la instalación de nuevos asentamientos humanos en zonas próximas a cuerpos de agua o incluso dentro de cauces, todos irregulares.
Eso vuelve a la ciudad altamente vulnerable, sobre todo porque los proyectos para solucionar esta problemática tienen un costo superior a los dos mil millones de pesos: cantidad de la que no disponen las autoridades estatales; mucho menos el SIAPA.
Pero sí se pueden aplicar alternativas inmediatas y con menor costo. Por ejemplo: crear vegetación para que facilite la filtración, más depósitos de tormenta y procurar más zonas de permeabilidad en la ciudad, de acuerdo con el profesor investigador del departamento de Geografía en la Universidad de Guadalajara, Luis Valdivia Ornelas.